domingo, 26 de septiembre de 2010

El Bicentenario de Chile (reescritura)

Este dieciocho de septiembre se celebrara una de las fiestas patrias más esperadas, el Bicentenario de nuestra nación. Con motivo de estas celebraciones se ha pensado extender las fiestas a los días 17 y 20 de septiembre, estableciendo estos días como feriados. Se ha discutido arduamente sobre este tema y las implicancias económicas que conllevan aumentar en dos días las fiestas patrias. No obstante, los chilenos necesitan estos dos días extras como feriados para celebrar el Bicentenario de Chile como es debido.

Una parte considerable de la población del país trabaja en épocas festivas. Solo basta en pensar en el personal de los hospitales, los conserjes de los edificios residenciales y las fuerzas policiales y armadas, entre otros. Todos ellos merecen celebran las fiestas patrias con sus familias y seres queridos. Sin embargo, con un feriado de solo dos días estas personas no podrán disfrutar de las fiestas como la mayoría de la población. En cambió, extendiendo los días feriados a cuatro días se les dará una mayor oportunidad a estas personas trabajadoras para festejar la conmemoración del Bicentenario.

La celebración del Bicentenario será una de las fiestas nacionales de mayor envergadura y relevancia de los últimos cien años. A través de los años, las fiestas patrias han incentivado el nacionalismo y la unión entre las culturas originarias y el común de la ciudadanía. Es por esto que dos días extra de feriado no son solo dos días de descanso, sino dos días de patriotismo y reencuentro con la cultura del país. Se necesita mostrar a la gente la gran importancia de este acontecimiento haciendo de esta fiesta las memorables para ellos.

Aunque aumentar los días feriados parece una decisión que complace a todos, las monedas siempre tiene dos caras. Se estima que cada día festivo representa una pérdida de 100 mil millones de pesos al país. Esto tiene un efecto negativo a todos los chilenos y en especial a los poblaciones más pobres y vulnerables. Sin embargo, estos dos días festivos adicionales solo serían por motivos del Bicentenario y no una medida permanente, por lo que la medida no afectara significativamente a la economía del país.

Debido a esto, se vuelve imperativo declarar los días 17 y 20 de septiembre como días festivos por motivo del Bicentenario de Chile. Es necesario festejar al país en sus 200 años de independencias con toda la energía del pueblo chileno. El país y todos sus habitantes merecen dos días adicionales de relajación y reencuentro con sus raíces nativas.

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